Una breve nana para un pequeño…. (poesía)

                                               

                                                                       Pintura de Paul Peel (1860-1892)

 

 

NANA…

Quédate niño,

quietito,

en mis brazos,

como la luna en el estanque.

 

Y cierra los ojos…

hasta que un olivo de plata te abra la puerta de su tronco;

o hasta que te lleven las plumas de un cisne canela;

o hasta que oigas un potrillo

que tintinea sobre un camino de oro,

se caiga la manzana del árbol de la paz…

y vaya a dormirse el viento

en tu manita cerrada.

 

Entonces,

abre tus ojos al sueño profundo

y deja que la noche te meza

como a una espiga confiada.

 

*

Poesía:

Volarela (Maite Sánchez Romero

 

La poeta solitaria (un poema autob.)

                                                                      Imagen: Google

 
 
 
LA POETA SOLITARIA
 

Bala flores mustias
ella sola
la poeta solitaria.
Sobre una roca de papel
manchada de lágrimas
solita dibuja versos como cuervos de plata
Y se le escapan…
por un cielo inmenso y rosa,

mientras le cae una granizada
de graznidos.

La poeta quiere descifrar los astros
de cada ser,
y rebuznar estrellas,
y libar aliteraciones en el lino,
y rumiar la metáfora astronómica de la vida
de un grano de polen.

Con amor salado mamado del mar
escribe, escribe, escribe…
mientras la espuma se lo borra,
se lo borra, se lo borra…
con su risa juguetona.

***

Poesía: Maite Sánchez Romero (Volarela)

De barro y alegría (poema en prosa de amor)

          

Volarela

                                                                                         

 

 

De barro éramos. Crecimos juntos.

Dos niños revolcándose en la fiebre roja de la vida.

Envueltos en barro nuestros labios, moldeaba  la luna divertida

dos cuerpecillos de talco azul.

De nuestras dedos de tierra nacieron bellísimas flores nocturnas

-amor secreto, limpio como un arroyo-.

Nuestros ojos asombrados miraban el cosmos del otro.

Eran ojos que reían, recostados, entre la risa del trigo,

-espejos de agua clara para las nubes-.

 

Abrazados bajo el gran olivo del destino,

los capullos de nuestros corazones amanecían envueltos

en los pétalos del otro.

 

***

Poesía en prosa y fotografía digital: Maite Sánchez Romero (Volarela)

 

 

Luz de mi alma

Christian Spencer Fotografía

 

 

Oscura. Acurrucada he estado.

Arremolinada en el tirabuzón de mi ombligo,

sin ver nada más que el grueso espesor de mi piel

opacando el susurro de las olas.

 

La luz seguía ahí, moribunda en mis labios…

como un niño al que no dejara

nacer. Seguía…

 

¡Oh, luz de mi alma!

mi inquieto colibrí de fuego,

huías asustada de mi verso

desmoronado

en aludes negros…

 

Recolectando cardos secos

para el dios del olvido;

y con lágrimas pegadas a la resina de mi espalda…

miro hacia atrás los polvorientos caminos:

¿En cúal de ellos te perdí?

 

*

Poesía: Maite Sánchez Romero

Fotografías: https://mymodernmet.com/es/christian-spencer-colibri-arcoiris/

 

 

 

Libélula (poema de amor)

Fina, como una leve libélula empujada por la libertad,

voy a parar a tu sonrisa.

Allí me baño, dichosa,

ingrávida,

aérea,

iluminada,

mientras tus ojos tañen el amor en su hondura de bronce.

Nace una gota de rocío sobre tus labios.

Y yo, con la claridad azul de las libélulas

la libo…

Y en ella me hago dulce;

en ella sorbo tu melodía de oboes infinitos.

Y libo tu labio,

tu palabra,

el pausado cielo de tu frente…

hasta quemar mis alas en el puro reflejo

de tu inmensidad.

***

Poema de Maite Sánchez Romero (Volarela)